Un arte (Elizabeth Bishop) El arte de perder.

El arte de perder no es un arte difícil;

tantas cosas parecen colmadas de un propósito de pérdida que cuando se pierden no es muy trágico.

Pierdan a diario algo. Acepten la molestia de extraviar el llavero, la pérdida de tiempo.

El arte de perder no es un arte difícil.

Practiquen perder, luego, más cosas y más rápido: lugares, nombres, dónde era que estaban yendo.

Ninguna de estas cosas es demasiado trágica.

Perdí el reloj materno. Y miren, se me ha ido la última, o penúltima, casa que tanto amaba.

El arte de perder no es un arte difícil. Dos hermosas ciudades, perdí. Y algunos reinos que poseía, dos ríos y un continente.

Y aunque, sí, los extraño, no fue una cosa trágica. Incluso tras perderte (la voz mordaz, un gesto que amo) no habré dicho una mentira.

Es obvio que el arte de perder no es cosa muy difícil aunque parezca a veces (¡anoten!) algo trágico.

 

El arte de perder, Leyendo la pérdida de: Un arte. De Elizabeth Bishop.

Perdí un billete de 100 y creo hasta uno de 200,

Perdí el camión de las 10 de la noche, camino a casa.

Perdí una pelea en el trabajo y hasta una discusión sin sentido al dar las 5:00 de la tarde hora de salida.

Perdí un libro por andar distraída, y hasta un cuaderno de apuntes.

No me di cuenta y perdí tres veces mi celular solo una lo pude recuperar.

Tuve muñecas y pelotas de juego, tenia dibujos a crayola de sueños extraordinarios.

Sentí que perdí al gran amor de mi vida, y desperdicie mucho tiempo tratando de olvidar esa perdida.

Extravié los pasos de mis sueños más profundos, y reviví cosas que ya no tenían razón de ser.

Vi como paso la gente más entrañable de mi vida, y pocos pude retener, y algunos se volvieron armas de dos filos.

Me vi convertida en lo que no quería ser y no vi el reflejo de mis anhelos más queridos.

Perdí la justa medida de una vida feliz, perdí a mi Ángel y la mitad de mi vida, se fue con él y cuando me quise levantar solo estuviste tú (voz socarrona) de mis pasos más voraces.

Y ahora mirando en el pozo de mis recuerdos te veo siempre a la distancia, soportando mis pesares con una mirada, de aliento.

Nunca me acostumbrare a perder.

No es una arte sencillo.

No es pereza es depresión…

Quiero

Espejos rotos
La desesperanza quiere atacar una vez más
La perdida de fe sigue vigente, y latente.
Yo quiero robarme las carcajadas de los niños
Yo quiero la sonrisa de los viejos
Yo quiero la vista de los inocentes
Yo quiero la ilusión de los enamorados
Yo quiero la tranquilidad de los bebes
Yo quiero respirar, como quien se sabe a salvo
Yo quiero mecerme como las flores en primavera
Yo quiero simplemente un día de paz.

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